Esta reflexion tiene como objetivo profundizar en las posturas de Fernando Gonzalez y Henry David Thoreau, en las obras El derecho a no obedecer y La desobediencia civil, respectivamente, contextualizandolas en el ambito cotidiano de la democracia, para indagar sobre su influencia, finalidad y beneficios o perjuicios que se puedan evidenciar en el contexto mundial y en la sociedad colombiana. Entre estos pensamientos hay importantes diferencias, porque el derecho a no obedecer se detiene en los limites del Estado Social de Derecho mientras garantice las libertades politicas fundamentales, y la desobediencia civil comienza donde termina una sociedad justa y democratica, cuando los poderes publicos dejan de proteger los derechos fundamentales de la sociedad. Los autores de estas obras llaman la atencion sobre ambos terminos de una forma pertinente, con sus tiempos y con nuestros tiempos, y ayudan a comprender que el derecho a no obedecer es buscar la verdad de las cosas, la realidad de lo que es y se vive, derecho que debe moverse por el inconformismo de los pueblos, pero basado en los principios propios de la democracia y de la participacion. Como ejemplo mundial se cuentan el movimiento social global de otro mundo posible y la manifestacion de los indignados e indignadas; en nuestra region se cuenta la experiencia del grupo AMOR, Asociacion de Mujeres del Oriente Antioqueno, que trabaja por la equidad territorial, la prevencion de las violencias sexuales contra las mujeres y la promocion de los derechos humanos.