La fenomenologia del terrorismo y la dinamica de los conflictos asimetricos han traido consigo una serie de retos y desafios de orden academico, politico y estrategico que denotan la mutacion de los fenomenos. De tal manera dichos fenomenos responden a cuestiones estructurales, que convergen en la manifestacion de violencias y que comprometen asuntos relevantes a la seguridad. Partiendo de lo anterior, es menester advertir que la probabilidad de que estalle un conflicto regular y simetrico en el mundo contemporaneo es relativamente baja, mientras que la tendencia a la proliferacion de manifestaciones de violencias de orden irregular y no convencional es aun mayor por logicas sistemicas, por la multiplicidad de actores, por el caracter difuminado en la identificacion de los actores y por sus metodologias de violencia, ademas dela baja capacidad de reaccion de los Estados ante esta cuestion. En efecto, la sumatoria de violencias de todo orden configura elementos trascendentales que suscitan retos estrategicos para los Estados y los operadores de seguridad. En contraposicion, el uso de la violencia legitima ha empezado a estar en controversia debido al constante replanteamiento de los instrumentos con los que el Estado cuenta para hacerles frente a los problemas y amenazas no convencionales (Nino, 2017).