Saber afrontar los retos del cambio climático es el paso a seguir después de una etapa de análisis científico en torno al impacto de la contaminación atmosférica en las geografías del planeta. Esto involucra, entre otros aspectos, considerar cuestiones y problemáticas de carácter ético y político. En una primera dimensión están los juicios de valor presentes al asignar responsabilidades, establecer justicia y alentar a la solidaridad en un contexto de crisis ambiental global. En un segundo escenario, cabe asumir formas de organización socioeconómica de base, sin desplazar por ello la necesidad de la voluntad político-estatal para desplegar estrategias de adaptación y mitigación eficaces. Una ética y una política ante los retos de las crisis ambientales actuales, requerirá igualmente, pensar en procesos educativos orientados a promover y consolidar procesos culturales para cambiar estilos de vida y hábitos de consumo. Si bien, el horizonte de la sustentabilidad se torna en ocasiones sombrío por la incertidumbre de los cambios climáticos drásticos, es posible perfilar campos de acción desde los cuales seguir albergando la esperanza del compromiso humano a favor del equilibrio biótico planetario