El texto reflexiona sobre la inclusion de los medios masivos de comunicacion en el quehacer educativo, no como una metodologia que permite aumentar el atractivo o nivel de entretenimiento de la escuela, sino como contenidos problematicos que permiten la formacion politica y social de los estudiantes. Por tanto, se parte del contraste entre el mercado audiovisual y la crisis simbolica de la institucion escolar, para reconocer que los medios masivos de comunicacion pertenecen a una cultura mediatica con fines y esquemas conceptuales distintos a los de la cultura escolar. Se propone que la escuela, desde la resignificacion de su sentido politico, genere una recepcion critica de los medios masivos de comunicacion, que permita armar “una perspectiva para ver” el contenido del mercado audiovisual.