Esta investigación recupera, analiza y muestra las diferentes leyes, normas y acciones que se tomaron en Colombia entre 1886 y 1930 para controlar la llegada o permanencia de extranjeros indeseados, tanto por su condición racial como por restricciones políticas, económicas, sociales, morales y hasta religiosas. En la racial estuvieron los chinos, negros, antillanos, indios o turcos mahometanos, quienes difícilmente pudieron inmigrar a Colombia, mientras que en las otras estuvieron los locos, idiotas, imbéciles, ciegos, impedidos físicos, vagabundos, portadores de enfermedades contagiosas; activistas políticos, anarquistas, comunistas, sindicalistas, vagos, ‘apaches’, prostitutas o perniciosos. Las autoridades podían expulsar a un extranjero de forma administrativa, sin necesidad de un proceso o fallo judicial. Estas normas y medidas, en especial los expedientes de expulsión que reposan en los archivos, reflejan los ideales, imaginarios o prejuicios sociales y ofrecen nuevas explicaciones de por qué Colombia no fue un país de puertas abiertas ni mucho menos un destino atractivo para los extranjeros, quienes debían superar crecientes y cambiantes normas o restricciones que buscaban evitar el arribo o permanencia de personas que no encajaran en los ideales de inmigración, raza, progreso o regeneración racial o moral. A través de los indeseados, de los ‘otros’, de la ‘otredad’ es posible ver una cara diferente de las políticas e ideales de inmigración, de los extranjeros exitosos que tanto reconocimiento han tenido en la producción historiográfica de los últimos años, pero también, permiten entender las formas como ser construyó y consolidó la nación colombiana durante el periodo de la hegemonía conservadora.