El presente trabajo se centra en la unión de dos artes, las cuales determinaron la producción literaria de Felisberto Hernández. La literatura como ejercicio de escritura y la música como fuente de inspiración y recursos literarios, los cuales se traducen en la transposición de estructuras musicales en la narrativa del escritor de Mi primer concierto en Montevideo. En primer lugar, se presenta una semblanza sobre el autor y algunos aspectos de su vida, los cuales son determinantes en su obra como influencias y fuentes de inspiración. En segundo lugar, se recurre a la perspectiva de Bernat Garí Barceló (2012) para determinar algunos elementos que se vinculan con la música atonal de principios del siglo XX, y a partir de allí, conectar la obra con otros elementos que hacen parte del movimiento atonalista. En tercer lugar, desde la perspectiva de Enea Zaramella (2015) y los planteamientos del autor en su obra, se asocia la improvisación musical con su narrativa como recurso. En cuarto lugar, se hace un pequeño esbozo sobre algunas nociones del silencio musical en la obra felisberteana, a partir de los planteamientos del autor en su obra y los de Enea Zaramella (2015) sobre el silencio y la improvisación, estos como elementos indispensables en la música.