Cuando somos jovenes estamos dominados por un deseo de libertad infinita y de la profunda conviccion de que todo esta a nuestro alcance. Solo necesitamos ese visto bueno, ese pequeno simbolo –algunas veces ganado a pura constancia y otras veces con rebeldia-, para poder salir a recorrer el mundo en busca de aventuras y hacer nuestra vida, como lo hiciera Teseo en el antiguo mito griego (Silvia y Cerezales, 1993). En este caso, para el heroe fueron las sandalias.