experiencia de acompanamiento a personas victimas y victimarios del conflicto armado es uno de los caminos a traves de los cuales el autor fue conducido hacia la reflexion en torno a la paz. La necesidad de ir comprendiendo la otra cara de la moneda; el rostro de los que sufren y han hecho sufrir, sin duda fue configurando el planteamiento inicial de este proyecto de una lectura fenomenologica, por tanto filosofica, del cotidiano esfuerzo por darle solidez a la paz y no a la guerra como dinamizador de la historia. Es un esfuerzo invaluable y un aporte trascendental en estos tiempos del devenir historico colombiano donde la paz estable y duradera se ha aplazado por el miedo al reconocimiento de la imperfeccion que toda “paz” trae consigo. Este escenario convierte el presente libro en un aporte mas que significativo; es pertinente para la construccion de ciudadania, una de las competencias que mayor dificultad representa en la formacion academica cuyos curriculos se hacen pasar por integrales pero dista mucho de como en el ser y el hacer. Dicho ambito es uno de los retos que se le plantean a Jose Domingo en su actuar cotidiano como academico comprometido y activista en causas humanistas, si asi se me permite llamarlo. Su dedicacion a los jovenes de la Universidad Santo Tomas, sede Medellin, permea cada una de las inquietudes que estan en el trasfondo de esta investigacion documental y alienta a continuar por una senda ya desgastada en el ambito publico, pero que bien merece una mirada diferente y una perspectiva de comprension analitica que reconozca la paz como motor de la historia.