Pese a que las concepciones epistemologicas de Bachelard dieron por superado el problema de las re­laciones sujeto - objeto al establecer que el conoci­miento cientifico se logra tras un proceso donde los linderos entre objetividad y subjetividad son abolidos, no nos es posible abandonar la terminologo cognoscitiva de objeto (todo cuanto constituye para la con­ciencia un blanco de referencia como experiencia de lo vivido), ni de sujeto, en tanto conciencia que se abre al conocer con sus estructuras adquirientes. La adquisicion de cualquier conocimiento parte siempre de ciertos datos de la conc1enc1a, sea de sus estructuras categoricas o valorizantes, o de los objetos que se ha apropiado por asimilacion. Asi pues, podemos decir que el proceso de conocimiento es llevado a ca­bo, de un lado, por las estructuras internas de la conciencia, cuando su intencionalidad o apertura es puesta a prueba por los hechos o acontecimientos a conocer y de otro, por los datos de la experzenc1a sensible que una vez formalizados o convertidos en mensajes codificados son asimilados por la conciencia.