La inclusion educativa es una realidad innegable a la que se le debe poner el mayor cuidado desde el punto de vista social; pues bien, las demografias migrantes de ciudadanos de diferentes paises, hacen reestructurar las politicas educativas, que permitan el ingreso a las escuelas y universidades en formacion de tantos hombres y mujeres, ninos y ninas, que por razones politicas y hasta economicas se ven en le necesidad de migrar a otros paises en busca de una tranquilidad afectiva, emocional y economica, seguramente por la crisis de sus paises envueltos en problemas y miserias sociales. Pensar en una educacion de inclusion migratoria, debe ser el reto de los paises y de las politicas educativas de cada estado, en las que se piense en el bienestar de los migrantes y en el derecho incalculable a la educacion; sin embargo, los esfuerzos han de ser maximos si se tiene en cuenta que cada migrante posee un cumulo de saberes, maneras de vivir, experiencias significativas, maneras de aprender y hasta una gran cantidad de visiones idiosincrasicas, que hacen de la educacion una necesidad para formase y a para aprender a aprender. Excluir a los migrantes en el marco de la educacion de cada pais, es excluir a las futuras generaciones que quizas podran regir los destinos educativos, seguramente, del pais que les abre las puertas y elimina las fronteras de la formacion y el conocimiento de quien desea y aspira para que en su aprendizaje se de una plena integracion en procesos curriculares, la interaccion con el medio social, familiar y profesional a traves de estrategias pedagogicas que le permitan tener acceso al aprendizaje significativo, permitiendole asi tener un mejoramiento en su calidad de vida desde una perspectiva inclusiva migratoria