Constatamos que muchos ninos y ninas de nuestras escuelas estan muy ocupados escribiendo, pero poco ocupados por la escritura. Para aprender a escribir, hay que situarse en el lugar del escritor, con toda su complejidad, para disponer el texto hacia un proposito y ocuparse de movilizar los saberes necesarios para dar respuesta a la situacion comunicativa que ha motivado la escritura.