Este ensayo hace una critica a la exportacion de la teoria de eleccion publica (public choice theory) a contextos politicos, mas especificamente a contextos electorales. Argumentare que existen diferencias substanciales entre las decisiones que son tomadas en el ambito politico y en el ambito de mercado (de donde viene inicialmente esta teoria). Las diferencias de contexto son fundamentales para que el proceso deliberativo de los agentes, esto es, la manera como procesan informaciones y toman decisiones, sean diferentes en cada uno de los ambitos. Especificamente, mi critica esta centrada en el supuesto de racionalidad del homo economicus, fundamental en la teoria de la eleccion pubica. Los postulados centrales de la teoria de eleccion publica son tomados de Dennis Mueller, que afirma “the basic behavioral postulate of public choice, as for economics, is that man is an egoistic, rational, utility-maximizer” (Mueller, 1979). En la teoria de eleccion publica se supone que el individuo hace elecciones que estan de acuerdo con sus preferencias personales. Cada individuo tiene preferencias diferentes y busca maximizar su utilidad en las decisiones que toma. Las elecciones reflejan las preferencias de cada persona y no cambian en el tiempo, es decir, al elegir una canasta de bienes A, el individuo siempre elegira esa canasta sobre la canasta B, de tal manera que su eleccion demuestra la superioridad de la canasta A sobre la B. A parte, en decisiones en que existen probabilidades involucradas, los agentes exhiben consistencia en sus elecciones a partir de la consideracion de la utilidad esperada de cada escenario y sus probabilidades. Asi como un jugador de poker profesional calcula las probabilidades de recibir una carta ganadora durante un juego, el individuo racional, en su proceso de toma de decisiones, calcularia las probabilidades de que cada escenario ocurra y cual es el valor esperado de sus decisiones. Lo que podemos inferir de esta manera de tomar decisiones es que el concepto de racionalidad implica procesar las informaciones disponibles de una manera logica, con argumentos validos e inferencia deductiva. La racionalidad no implica que el individuo no pueda sentir emociones o que no pueda asignar utilidad a sus emociones, entretanto, las emociones no pueden ser responsables de corromper el proceso deliberativo de una manera tal que el agente procese informacion de manera ilogica, o que omita informacion que tiene en razon de las emociones que siente, o que haga inferencias sin sentido. El elector es un actor en el proceso electoral, pero tambien es un observador. Es actor en el momento de votar, pero es observador durante el periodo de tiempo que tiene para procesar las informaciones disponibles y tomar su decision de voto. En The meaning of rationality in the social sciences, Schumpeter expone que, entre las condiciones minimas para la racionalidad analitica del observador, esta “that scientific procedure must necessarily reject all forms of thought that are in conflict with the rules of logic or cannot, in principle at least, be tested by these rules” (Schumpeter, 1984). Como punto de partida inicial contrario a la teoria de eleccion publica, tomare las ideas de Thomas Hobbes, para quien el hombre no solamente es racional, pero tambien pasional (Hobbes, 2010). Encontramos en Hobbes un abordaje distinto al proceso de toma de decisiones por parte de los individuos. Para el, el proceso deliberativo involucra una sucesion alternada de deseos, aversiones, esperanzas y miedos relacionados a la accion a ser seguida. La deliberacion humana es, ante todo, pasional. El proceso que inicia con la deliberacion y termina con la realizacion de una accion es intermediado por una facultad que recibe el nombre de voluntad. La voluntad, o el querer humano, hace con que el individuo elija una accion sobre otra. Esto significa que, si el deseo humano es el elemento determinante en un proceso deliberativo, la voluntad, en tal caso, es el deseo. Si en otra situacion, es la aversion el elemento determinante en el proceso deliberativo, la aversion sera la voluntad que guia la accion. La pregunta fundamental que planteo es sobre el papel que ocupa la razon en el proceso deliberativo de tipo hobbesiano. Para Hobbes, la razon es definida como un calculo que el ser humano hace para anticipar las consecuencias de las acciones y es adquirida durante nuestra experiencia de vida. Por tanto, la razon no es una facultad natural. El hombre nace dotado con las pasiones y delibera sobre lo que le agrada (deseo) y lo que le desagrada (aversion) desde su nacimiento, movido por el deseo basico de preservacion de su vida. Solo posteriormente el hombre se vuelve racional. La capacidad de calcular las consecuencias de sus acciones directas y hasta poder especular sobre las consecuencias de acciones en forma secuencial es lo que diferencia al hombre de los otros animales. Pero la razon tiene una funcion accesoria, puede hacer parte del proceso deliberativo como forma de asistir al individuo a satisfacer sus voluntades o puede no estar presente en la deliberacion humana cuando no es necesaria a las voluntades del individuo. La razon, por tanto, es un instrumento utilizado para realizar las voluntades humanas. En el pensamiento hobbesiano, la razon trabaja en conjunto con las pasiones, ayudando esta a lograr sus objetivos. Esto no significa que no puedan existir actos voluntarios contra la razon. La posibilidad que el hombre tiene de actuar voluntariamente contra la razon hace que el termino “voluntad racional” no tenga sentido en el pensamiento hobbesiano, de la misma forma que tampoco tiene sentido el termino “deliberacion puramente racional” (Leivas, 2009). La relacion entre la pasion y la razon no es, entretanto, una relacion de disyuntiva (una contra la otra), sino que es una relacion de complementariedad en el proceso deliberativo humano. Haciendo una comparacion entre el proceso deliberativo de la teoria de la eleccion publica y del pensamiento hobbesiano, es nitido que el segundo es mucho mas amplio. Hobbes considera que el hombre, a pesar de ser racional, es, ante todo, pasional, mientras que la teoria de la eleccion publica considera que el proceso deliberativo es puramente racional. Estas diferentes maneras de abordar el proceso deliberativo tienen interpretaciones muy diferentes en el analisis de las acciones de individuos en determinadas situaciones. Academicos de la eleccion publica asumen que todas las decisiones del agente, independientemente del contexto, son realizadas a partir de los mismos principios: de manera egoista, racionalmente y con el fin de maximizar la utilidad. De esta forma, elegir entre comprar un bien en el supermercado o elegir por quien votar para las proximas elecciones presidenciales serian dos decisiones diferentes, pero a partir de una misma forma de deliberar. Este ensayo trataria de mostrar que las decisiones en contextos electorales y decisiones en contexto de mercado no necesariamente comparten el mismo proceso deliberativo. Los individuos procuran maximizar su utilidad en cualquiera de las dos, pero esta investigacion trataria de demostrar que no siempre las preferencias en el ambito electoral son racionales. Una de mis hipotesis es que el votante es capaz de poseer preferencias emocionales e irracionales. Los economistas generalmente hacen el supuesto de que las personas “procesan” la informacion disponible de la mejor manera que pueden. Si esto se cumpliera, no habria duda de que el proceso deliberativo seria racional. Entretanto, en este ensayo adoptamos las ideas de Hobbes, para quien el ser humano es un ser pasional. Esto implica que emociones e ideologias pueden interferir en el proceso deliberativo, (de tal forma que este deja de ser un procesamiento insesgado de hechos y argumentos logicos y abre camino para las emociones e ideologias). ?Pero por que motivos el ser humano elegiria ser racional en ciertas situaciones y emocional en otros casos? Si el hombre es capaz de tomar decisiones racionales, es claro que existe una selectividad en su manera de proceder en diferentes procesos deliberativos. Una importante premisa de este trabajo es que la racionalidad es selectiva. Si no nos importa la verdad o la consecuencia de nuestros actos, podemos despegarnos de la racionalidad y maximizar nuestra utilidad tomando decisiones emocionales.