Este trabajo tiene como objetivo mostrar la importancia y las implicaciones de abordar la religiosidad desde una perspectiva naturalista. Por ello, defiende la tesis de que la religiosidad es un fenomeno natural; es decir, una potencia humana que no deviene necesariamente de cierta tradicion o cultura y esta mas ligada a nuestra necesidad de resiliencia o caracter inmunitario que a creencias supersticiosas. De la defensa de esta tesis, se sigue que no podemos tratar las creencias y practicas religiosas como algo intimo, sino como creencias y practicas que transforman nuestra vida individual, se manifiestan en nuestra vida colectiva y no son independientes de campos de conocimiento como el cientifico. Todo esto con el fin de mostrar, por un lado, que la religiosidad es una facultad natural que merece ser cultivada y, por otro lado, que es necesario mantener criterios de coherencia y reevaluacion respecto de las creencias religiosas en virtud de sus implicaciones ontologicas y morales.