Esta tesis analiza la patrimonializacion del ‘Paisaje Cultural Cafetero’ de Colombia, inscrito en la Lista de Patrimonio Mundial desde 2011. Se refiere a un contexto rural andino especializado en la produccion de cafe, donde la pequena agricultura ha perdido rentabilidad economica tras la liberalizacion del mercado. El patrimonio paisajistico se proyecta alli como medida de conservacion, revitalizacion economica y pacificacion. La investigacion se pregunta por el efecto cotidiano de este patrimonio, disenado en nombre de pequenos agricultores. Plantea un seguimiento etnografico a las practicas de productivas de cafe, durante los cinco anos posteriores al reconocimiento de la UNESCO (2011-2016). Los resultados ilustran como se hace este patrimonio en distintos ambitos de la practica cotidiana: una finca cafetera, un laboratorio de catacion, una barra de barismo, una asociacion de agricultores, una escuela rural, una fiesta popular, un organo nacional de gerencia patrimonial, etc. Conocer la patrimonializacion de este ‘paisaje cultural’, profundizando en sus relaciones con las practicas cotidianas de un grupo de pequenas fincas de cafe, fue el objetivo general propuesto. Las preguntas de investigacion fueron: ?Como permanecen las practicas productivas en pequenas fincas familiares de cafe? ?Que implica el proyecto patrimonial ‘Paisaje Cultural Cafetero’ en las practicas productivas en la vida cotidiana de estas fincas? Segun esta forma de preguntar, no interesa la representacion patrimonial en si, sino su articulacion con practicas espaciales concretas (productivas y patrimoniales). Ello permite trascender la idea de un ‘Paisaje Cultural Cafetero’ unitario a un ‘paisaje’ humano y social multiple, considerando una serie de agencias entre objetos y personas que construyen cotidianamente este espacio. La metodologia propone dos niveles de indagacion etnografica. El primer nivel, se refiere a espacios de produccion de cafe, donde se busco socializar con pequenos agricultores, profundizando en la vida cotidiana de ocho fincas(menores de 10 hectareas), en el municipio de La Celia (Risaralda). El segundo nivel, tiene que ver con el funcionamiento del denominado Comite Directivo Nacional del Paisaje Cultural Cafetero y una serie de eventos conexos, donde se participo en deliberaciones publicas junto a funcionarios, politicos, gestores culturales, etc. Las tecnicas empleadas fueron la observacion participante, la entrevista, el taller (sistematizando el registro a traves del diario de campo) y la revision de hemeroteca. El trabajo de terreno tuvo una duracion de nueve meses. Los lapsos de estadia en terreno variaron entre uno y veinte dias, cubriendo diferentes momentos del calendario agricola, festivo e institucional. El argumento consiste en problematizar operaciones tacticas que emergen en contextos donde se pone en practica la idea de ‘Paisaje Cultural Cafetero’, ilustrando articulaciones entre el espacio cartesiano y espacio hodologico. Se revela un juego de equivocos y negociaciones en torno a la imposicion patrimonial, que emplea recursos politicos como la refrendacion, la modificacion, la impugnacion, el desinteres y el olvido, conformando una forma de estar juntos marcada por la desconfianza. Desde la heuristica propuesta no es adecuado aislar el patrimonio como un fenomeno cerrado, sino considerarlo en sinergia con la densidad de relaciones sociales que lo anteceden, lo acompanan y lo hacen posible. Esta tesis plantea que el ‘Paisaje Cultural Cafetero’ se hace en relacion con una serie de deudas sociales, riesgos ambientales, discriminaciones y desapropiaciones territoriales acumuladas tras el avance de distintas explotaciones economicas.