El sufragio femenino en Colombia durante los años 40s, se entiende como el movimiento que busca la reivindicación de los derechos políticos de la mujer en los espacios de la democracia. Sin embargo, debe ser entendido como un fenómeno particular, que está sujeto a condicionamientos culturales, políticos, sociales, económicos e históricos que determinaron su desarrollo y finalidad. En Colombia, el sufragio se desarrolla dentro de un contexto machista y católico que definió y construyó las nociones de ser mujer a través del ideal de la feminidad, provocando que los intereses y representaciones que planteó (la mujer) en el debate político por el voto femenino, estuviesen permeados y condicionados por su construcción cultural. Por tanto, la presencia de la mujer en los espacios del sufragio durante los años 40s se plasmó por medio de su construcción histórica como sujeto femenino, causando que su accionar político únicamente se legitimara y desarrollara a través de la exteriorización (en la sociedad) de sus quehaceres como mujer (madre, esposa, hija, administradora del hogar). Es decir, la mujer en Colombia a mediados del siglo XX ingresa a la política no solo para obtener una igualdad de derechos con el hombre, sino también para llenar esos vacíos administrativos que el hombre no ha podido suplir como lo es el bienestar social, la niñez, el alcoholismo y temas religiosos.