La cara de la tortuga cae en la mitad, tiene un solo ojo. “Tranquilo” me digo constantemente, mientras escribo para aliviarme, para darme palmaditas en la espalda. Afuera todo el mundo es diferente. Hay una lucha de clases sociales, es banal la lucha, pero es una lucha, todos desiguales. Sesenta mil pesos hay en mi bolsillo, casi nunca he tenido de sobra, asi ha sido con todo, con el desprecio igual.