Bogota se ha narrado de distintas manera a lo largo de la historia. El periodismo, durante el siglo XX, consigno el retrato de una capital que se ha transformado hasta ser como la concebimos en la actualidad. Aquellas consignas se dieron a partir de los recorridos que realizaban algunos periodistas por los rincones de la capital. Ellos plasmaban en sus cronicas y textos lo que captaban en aquel ‘mar urbano’. Quedo, como registro de epoca en la prensa escrita, la descripcion de los barrios, de los grandes mercados, de las dinamicas de los bogotanos y de las practicas en las periferias de la capital. El Tiempo y El Espectador, por ejemplo, fueron dos grandes focos periodisticos que, de cuando en cuando, presentaban una cronica urbana para sus lectores. El cronista urbano realizaba una descripcion detallada de los escenarios y sus habitantes, asi como de las estructuras arquitectonicas e idiosincraticas. Tambien dio enfasis en como grandes episodios de la capital tuvieron diversas repercusiones. Los relatos escritos iban consolidando un imaginario sobre el territorio en el que se habitaba. Hasta en los anos 90 hubo cronistas que priorizaron su ejercicio de flâneur por Bogota para continuar narrando la ciudad. La comparacion permite el establecimiento de paralelos y el reconocimiento de transformaciones en la capital que no solo han trazado nuevas formas arquitectonicas, sino tambien nuevos modos de convivencia, nuevas nociones de sentido y nuevas dinamicas de domesticacion de Bogota.