Marsella nunco vivio la violencia de forma directa que trajo consigo casi 60 anos de conflicto en el pais, ya que en sus calles no se registra ningun tipo de enfrentamiento armado, pero si fue testigo de ella cuando empezo el arribo de personas victimas de desaparicion forzada por parte de los diferentes grupos al margen de ley, que tenian presencia en los departamentos aledanos como las guerrillas, el paramilitarismo y el narcotrafico. Un hecho que fue tan recurrente que los medios de comunicacion en 1993, hicieron referencia al municipio como uno de los mas violentos debido a las cifras reportadas por el DANE en ese momento; una incongruencia total a la realidad del lugar, en donde no se presentaba muertes durante semanas y al contrario, se deberia considerar como cuna de las acciones humanitarias. Esta categorizacion como el municipio mas violento que ademas fue replicado por parte de los medios de comunicacion, solo fue una muestra de la incapacidad de estos al ver de manera global la situacion de las victimas (familias, cuerpos y las personas que ayudaron en el proceso), anudando solo las implicaciones estatales del municipio por los cuerpos que llegaban alli y no la capacidad de respuesta social, judicial y material que debian tener hacia los actores humanitarios. Debido a esto, es natural cuestionar si hubo un periodismo superficial o banal frente a una situacion que implicaba rigurosidad de investigacion y analisis, entendiendo que eso aportaria al esclarecimiento de los hechos y a la 'repatriacion' de los cuerpos, o por lo contrario, simplemente han incidido desde el discurso en una legitimacion de la incapacidad del Estado de reconocer los actos humanitarios gestadas desde el empoderamiento de los habitantes de la vereda de Beltran. En este apartado cabe preguntarse como los medios de comunicacion actuaron con respecto a lo que estaba sucediendo en esta zona del pais, y por que no actuaron conforme a lo se requiere para hacer una investigacion a profundidad y con contexto, denunciando a los responsables que utilizaron el rio Cauca como un metodo de desaparicion forzada y mensajero de terror, dejando de informar sobre esta violencia porque les parecia rutinaria y pequena (Basta Ya, 2013). Es decir, teniendo en cuenta este aspecto se puede afirmar la capacidad que tienen los medios de construir realidades a medias o imprecisas, al relatar un suceso por lo que se ve a simple vista de forma sensacionalista para llamar la atencion y no en reclamar una explicacion al Estado del porque estaban sucediendo aquellos hechos.