El laboratorio artistico se ha convertido en nuestros tiempos en una practica que se caracteriza por proponer espacios de encuentro alrededor del experimento y se vale de la produccion colectiva como dinamica que abre opciones alrededor de la creacion artistica. En este sentido, el laboratorio artistico ha alcanzado relevancia en el contexto de las practicas artisticas contemporaneas y a menudo ha sido validado institucionalmente como escenario para establecer dialogos interdisciplinares. Este documento plantea una serie de reflexiones en torno a las experiencias que emergen en dos fases de un laboratorio artistico disenado y dinamizado por los participantes, donde se proponen formas distintas de interaccion y de experimentacion, y se transita entre la experiencia privilegiada y la experiencia sensible. En la primera fase del laboratorio se disenan artefactos sonoros e interfaces buscando configurar una instalacion sonora; la serie de relaciones entre sujetos y objetos que se dan dentro de la instalacion caracterizan la llamada maquina funcional. En la segunda fase se establece un proceso colectivo alrededor del audio casete compacto, un “objeto encontrado” que propicia otras formas de interaccion a traves del dialogo y el valor simbolico presente en las memorias y relatos de los integrantes del laboratorio, lo que configura aquello que se denomina la maquina de la presencia.