“ Un pais naufrago/ sorprende al pajaro con sus alas rotas / en la orilla de un poema” (Sendoya, 2015, p. 2). Tres lineas que son un poema, un pais, una declara- cion de principios de Miryam Alicia Sendoya Guzman sobre la necesidad de cantar el paisaje en sus rios, montanas y arboles, pero tambien en sus muertos y desaparecidos. Sus versos se miran a si mismos como un mar testigo de un extrano encuentro de dos pajaros en su playa: uno acostumbrado al cielo y los colores mira a otro naufragando con “alas rotas”, metafo- ra de una Colombia donde la muerte no tiene descanso porque “la masacre de hoy borra la masacre de ayer pero anuncia la de manana” (Roca, 2007, p. 13).