Milan Kundera resalta en El arte de la novela: “El hombre y el mundo estan ligados como el caracol y su concha […] las vidas de los personajes se desarrollan en un tiempo jalonado de fechas” (2004, p. 47). El simil del escritor checo tiene validez en ficciones donde la historia de un pais es sometida a la lectura critica del novelista, ese curioso caracol que no elude su tiempo, las cargas traumaticas de un contexto que obligan a la sublimacion.