En el punto culminante de su discurso en el dia de Pentecostes, inmediatamente antes de llamar a sus oyentes a arrepentirse y ser bautizados para perdon de sus pecados, Pedro llega a la conclusion teologica de su argumento en Hechos 2:36: “Por tanto, sepalo bien todo Israel que a este Jesus, a quien ustedes crucificaron, Dios lo ha hecho Senor y Mesias” (NVI). Esta declaracion, especialmente la afirmacion que Dios ha hecho a Jesus Senor y Mesias, ha causado dificultad para muchos interpretes biblicos y perplejidad para el lector comun. Aunque el griego es claro, la dificultad radica en que suena tan inaceptable teologicamente, especialmente para los que, como nosotros hoy en dia, leemos la Biblia por la optica de las decisiones dogmaticas sobre la Trinidad y la persona de Cristo de los primeros cuatro concilios ecumenicos.