La discusion sobre el presidencialismo y sus formas “desviadas” sigue teniendo especial relevancia en America Latina en donde la expedicion de nuevas constituciones ha sido insuficiente para revertir la tendencia que tienen estos regimenes a concentrar poderes en cabeza del ejecutivo. La figura del caudillo que se perpetua en el poder presentandose como la unica solucion viable a las crisis cronicas que enfrentan estos paises, continua repitiendose en pleno siglo XXI. Colombia, por su parte, no escapa a esta tendencia cada vez mas extendida, a concentrar poderes en cabeza del ejecutivo. En efecto, en el periodo comprendido entre 1974 y 2010 se observan profundas transformaciones en el ejercicio del poder presidencial que responden, en principio, a reformas constitucionales pero en cuyo resultado convergen las decisiones y practicas de multiples actores politicos. En estos anos se observan asi distintas modalidades de presidencialismo que tienen repercusiones muy variadas sobre la democracia. Si bien estas reformas apuntan a reducir los poderes del ejecutivo y a restablecer un equilibrio entre las tres ramas, se constata que de forma reiterada el ejecutivo consigue superar las barreras y recuperar un papel preponderante dentro del sistema. Esta investigacion tiene entonces por objeto estudiar un fenomeno que ha sido pasado por alto en la discusion sobre el desempeno de los sistemas presidenciales: la gran capacidad de mutar que desarrolla el presidencialismo para adaptarse a las reformas que intentan moderar las facultades del ejecutivo y evitar asi que este pierda su papel preponderante dentro del sistema. El estudio de las mutaciones presidenciales puede ayudar a explicar por que, cada vez que se identifica la brecha por la que el poder presidencial se desborda y se crea el “cerco institucional” para contenerlo, el ejecutivo logra abrirse un nuevo espacio que le permite continuar imponiendose sobre los demas poderes publicos. La capacidad del presidencialismo de mutar se reconoce porque el ejecutivo se cine formalmente a los nuevos limites que el legislador le impone –a veces gracias a la intervencion de otras instituciones– pero recurre a otras estrategias con las que consigue impulsar con igual fuerza su programa de gobierno y evadir los controles que sobre el estan llamados a ejercer los organos legislativo y judicial. Asimismo, este trabajo se propone llamar la atencion sobre la importancia de distinguir entre modalidades de presidencialismo e incluso de hiperpresidencialismo pues, aunque la categoria de “hiper” supone siempre una desviacion del presidencialismo que se caracteriza por una fuerte concentracion de poderes en el ejecutivo y por tanto, una distorsion del principio de separacion de poderes, no se trata de una categoria uniforme. El hiperpresidencialismo puede construirse sobre un exceso de facultades legislativas, de poderes partidistas o de ambos y, dependiendo de cual sea el pilar sobre el que se apoya el ejecutivo para concentrar poderes, su actuacion tendra repercusiones sobre una u otra faceta de la democracia. Para estudiar el fenomeno de las mutaciones del presidencialismo se escogio un periodo de la historia de Colombia que empieza el 7 de agosto de 1974 –fecha en la que termina el mandato presidencial de Misael Pastrana Borrero y con este, el pacto entre liberales y conservadores que dio origen al Frente Nacional– y termina el 26 de febrero de 2010, con la sentencia de la Corte Constitucional que declaro inexequible la ley que convocaba a un referendo para autorizar una segunda reeleccion consecutiva del presidente de la Republica. En el contexto estudiado pudo constatarse que, cuando el hiperpresidencialismo se construyo sobre un exceso de facultades legislativas y amplios poderes partidistas o sobre facultades legislativas moderadas y poderes partidistas excesivos, el ejecutivo se inclino a asegurar su gobernabilidad reprimiendo a los partidos o movimientos que ejercieran una oposicion o critica al sistema. Segun esto, cuando una de estas dos facultades se exacerbo, el presidente intento gobernar silenciando a la oposicion. Con tales poderes, el ejecutivo impuso restricciones a las libertades civiles y politicas (libertad de circulacion, de expresion, asociacion, reunion, prensa, etc.), restricciones que de forma paulatina degeneraron en abiertas violaciones a los derechos humanos. Para neutralizar a la oposicion, el ejecutivo traslado amplias competencias a los militares, que entonces vieron fortalecido su lugar dentro del entramado institucional, o recurrio a otras instituciones como los organismos de inteligencia del Estado. Con una oposicion sumamente debilitada y un apoyo fuerte en el Congreso, tanto los militares como el ejecutivo escaparon a los controles que las fuerzas politicas que estan por fuera del gobierno estan llamadas a ejercer en una democracia. Las desapariciones forzadas, las torturas y los asesinatos de sindicalistas, defensores de derechos humanos y miembros de la oposicion, fueron frecuentes en estas formas de hiperpresidencialismo. Por su parte, cuando el hiperpresidencialismo se construyo sobre facultades legislativas moderadas y poderes partidistas amplios pero no excesivos, el ejecutivo procuro asegurar su gobernabilidad vaciando la representacion, esto es, ejerciendo un fuerte control sobre el Congreso que le permitio obtener de el la aprobacion de la mayor parte de su agenda y evadir el control politico que este podia iniciarle. Las decisiones que adopto el Congreso escaparon asi al proceso de deliberacion y fueron tomadas en otros espacios e impuestas desde arriba. Si bien todas las formas de hiperpresidencialismo que se identificaron en el caso colombiano, adquirieron los tintes autoritarios que acompanan a una confusion de los poderes en los sistemas presidenciales, cuando uno de los dos pilares sobre los que se asienta el poder del ejecutivo –las facultades legislativas o los poderes partidistas–, se modero, no se encontro ni el grado de represion ni la reiterada violacion de los derechos humanos por parte del Estado que pudo evidenciarse cuando uno de los dos se exacerbo. Las primeras entonces son las que mas se acercan a formas de gobierno represivas. La segunda, en cambio, se acerca mas a una forma de gobierno, si se quiere “delegativa”, pero no represiva. Asi las cosas, elaborar distinciones entre modalidades de presidencialismo y de hiperpresidencialismo resulto ser una herramienta valiosa para establecer relaciones, en el caso colombiano, entre la forma en que se comporto el ejecutivo segun las facultades que se le asignaron y los efectos que sus decisiones tuvieron sobre la democracia.