La leishmaniasis actualmente esta catalogada por la organizacion mundial de la salud como un problema de salud publica que afecta sobre todo a poblaciones de bajos recursos de paises subdesarrollados y en vias de desarrollo, a partir del ano 2003, Colombia ha experimentado un importante numero de casos, producido por la aparicion de nuevos focos, lo cual ha modificado el patron epidemiologico y sugiere un traslado de la enfermedad desde zonas rurales hacia el casco urbano poniendo en riesgo cerca de 11 millones de habitantes, lo mas preocupante es que esta es una enfermedad considerada como desatendida segun la organizacion panamericana de la salud lo que implica gran cantidad de retos y obstaculos como; alta incidencia, alta morbilidad, amplia distribucion geografica, variedad de especies del parasito y de formas clinicas, falta de esquemas terapeuticos y de medidas de prevencion adecuadas. Sin duda alguna uno de los mayores retos a superar es el relacionado con los tratamientos farmacologicos, ya que el numero de farmacos actualmente disponibles en nuestro pais es limitado (antimoniales pentavalentes, pentamidina, anfotericina B, miltefosina, ketoconazol), sin embargo, estan asociados a inconvenientes como; efectos adversos relacionados con toxicidad, resistencia por parte de las cepas del parasito, larga duracion de los tratamientos, recaida del paciente y el alto costo en paises donde la leishmaniasis es endemica.