Preguntarse por la persona como sujeto susceptible de educacion, es necesario en el mundo de hoy. En efecto, es preciso examinar, primero, si es posible hacer algo desde la educacion para conseguir que el hombre se llene de entusiasmo en el arduo trabajo de realizarse a si mismo y a la sociedad, y, segundo, como se puede llevar a cabo esa tarea. Por eso, este articulo aborda en un primer momento la importancia y urgencia de la educacion de la voluntad en los jovenes, senalando aquellos factores que pueden dificultar su perfeccionamiento. En un segundo momento, se proponen algunas premisas pedagogicas que enmarcan esa educacion. Esta se presenta como promotora de la libertad y de la plenitud del hombre. Esto nos obliga a cuestionarnos por el tipo de hombre al que queremos contribuir, y, en definitiva, por como queremos que sea la humanidad del manana. La tarea educativa se muestra como medio de impulsar y corregir para lograr que el educando asuma a su vez la tarea de impulsarse y corregirse hasta llegar a ese crecimiento personal. De este modo, despues de senalar las limitaciones con las que el educador se encuentra de hecho en ese proceso, se proponen algunas indicaciones para trabajar en la practica en la educacion de la voluntad del ser humano, ayudandole asi a ser una persona que sabe lo que quiere y tiene la capacidad de dirigirse a su fin.