El comercio global y el comercio local encuentran un punto de convergencia en la ciudad de Bogota, en la Zona Franca de Bogota y en el comercio tradicional del barrio, el primero responde a las logicas de comercio internacional, con unas ventajas tributarias, en infraestructura y capital significativas, mientras el segundo responde a las necesidades que se van generando con la densificacion del barrio. Cada forma de comercio tiene su propia dinamica morfologica urbana y de acuerdo a sus alcances economicos puede transformar radicalmente el entorno de la ciudad o adaptarse al mismo para desarrollar su actividad economica dirigida al estrato economico al que van guiados sus intereses.