En Colombia cada ano se generan aproximadamente 1,2 millones de barriles de aceite usado (aceite de motor vehicular), de los cuales se ha calculado un potencial de recuperacion cercano a los 420.000 barriles. Aproximadamente 540 BPD (barriles por dia) son incorporados al mercado de los combustibles, particularmente en hornos y calderas de industrias medianas y pequenas, como talleres de fundicion, talleres de metalmecanica, pequenos chircales, textileras, siderurgicas pequenas, fabricas de confecciones y en el sector de servicios especialmente en las lavanderias. Sin embargo por desconocimiento de procedimientos tecnicos para su adaptacion, por ausencia de normatividad tecnica y especifica sobre su reutilizacion industrial, por la carencia de estandares de consumo en calderas, hornos y secadores y por el mercado negro existente con estos productos, se presume que los manejos dados a los aceites usados y en general a este tipo de energeticos alternativos, es inadecuado. Esto llevo a plantear la necesidad de realizar un analisis cualitativo y cuantitativo de las diferentes actividades implicadas en la cadena comercial de este residuo (generacion, almacenamiento, mezcla, recoleccion, transporte y disposicion final), arrojando como resultado el manual para la gestion de aceites usados dictado por las autoridades ambientales en este caso El Departamento Administrativo del Medio Ambiente DAMA para Bogota y La Corporacion Autonoma Regional de Cundinamarca CAR, con el proposito de implementar planes y programas tendientes a lograr un apropiado manejo, recoleccion, transporte y aprovechamiento de este residuo y por la generacion de un mercado formal que elimine su caracter de residuo peligroso, fomentando la asi la participacion de los diferentes actores para su recuperacion, acopio y tratamiento. Dicho manual involucra las medidas a tomar en la cadena comercial tanto para acopiadores, transportadores y transformadores y/o procesadores, sin embargo el mercado ilegal continua el mayor porcentaje de este volumen de aceite usado, el cual no recibe previo tratamiento en adecuadas instalaciones y es usado directamente para combustion de hornos y calderas, ademas de presentarse un gran desorden de combustibles sin control alguno, generando otra alternativa de ilegalidad como es la mezcla de aceites nuevos y usados para su reutilizacion por el parque automotor.