Hablar o escribir sobre algo significa nombrarlo, es una especie de bautizo que nos permiten las palabras para referenciarlas o reflexionar sobre nuestra realidad como seres humanos. Por ello no podemos escapar de nuestro lenguaje, sino intentar darle cuerpo a las ideas partiendo de los significados, de la semantica y las etimologias, esto es, descubrir el sentido de las palabras. El sentido es como un motor que impulsa la accion con menores posibilidades de error, que le imprime un alma a lo que se dice y contribuye a generar una unidad de criterio para “caminar” hacia el mismo horizonte.