Las instituciones y la arquitectura militares nunca han constituido realidades al margen de su entorno, sino mas bien todo lo contrario: unas veces han sido expresiones de un determinado statu quo y otras veces han contribuido a transformar sociedades, culturas y sistemas politicos. Asi pues, ambas son un reflejo del entorno en que surgen, de la interaccion producida por los conflictos entre diferentes comunidades humanas y, por supuesto, de la evolucion en los modos de hacer la guerra, a la vez que ponen de manifiesto los esfuerzos de los estados y las comunidades por adaptarse a los retos cambiantes de cada tiempo.