El articulo expone el intento de dos neovanguardias, minimalismo y arte del horror, por romper con la tradicion estetica cimentada en los conceptos dominantes de belleza, representacion, significacion y autor. La interpretacion de las experiencias limite que estas propuestas ponen en juego, al problematizar nociones clasicas como las de sujeto, normalidad y realidad, exige acudir a conceptos inusuales: lo ominoso-siniestro y lo abyecto. Se sostiene que las transgresiones de este arte, al exhibir tematicas de gran intensidad existencial —variedad de practicas y objetos sometidos a fuerte prohibicion y represion cultural, especialmente la muerte y la violencia—, pueden tener un papel transformador en el modo en que los sujetos conciben su relacion consigo mismos, con los otros y con el mundo. Explora, en ultimas, como la imagen y la mirada activadas por este tipo de arte involucran potencias que inciden en nuestra experiencia de lo real.