A partir del analisis de dos obras de sor Juana y una de Calderon de la Barca, se analiza el proceso de resignificacion de los emblemas teatrales durante el periodo barroco. En esa epoca, se buscaba romper con los sentidos tradicionales y establecer nuevos simbolos comunes a partir de las experiencias nuevas del momento historico, para asi poder expresar de manera mas clara los significados profundos a los que se remitia a los espectadores. Se utilizaban signos teatrales escenicos como el vestuario, las mascaras, la escenografia, la iluminacion y, en especial la musica, como elementos que facilitaran la aprehension de los mensajes. Sor Juana aclaraba de manera detallada los simbolos y elementos que debian caracterizar a sus personajes y el espacio escenico de sus obras. El texto, la representacion en si misma y la musica acompanante, se integraban para tener un efecto catartico profundo en el auditorio. En la sociedad del siglo XVII existia cierta predileccion por los dramas musicales, y este conjunto de signos acusticos y visuales, permitia expresar de manera comprensible el complicado discurso barroco que empleaban los autores de la epoca.