Existe una fuerte demanda social, academica e institucional para que las matematicas escolares se vinculen con la realidad. Al atender este tipo de demandas encontramos que existen otras maneras y conocimientos matematicos diferentes a los que tienen presencia en la cultura escolar, y son utilizados en diferentes situaciones de vida. Nos referimos a las matematicas no institucionalizadas de tipo cotidiano y funcional; ellas tienen lugar en diferentes realidades y la institucion escolar las ignora. Nos preguntamos entonces si los modelos que describen el pensamiento del profesor de matematicas consideran estos tipos de conocimientos matematicos no institucionalizados y hallamos que no. Ante estas limitaciones proponemos replantear estos modelos, lo que llevaria a asumir una ruptura epistemologica en relacion a lo que entendemos como matematica y a la manera como concebimos al estudiante y su manera de aprender