La etapa final de la vida de las personas, en el marco de una sociedad posmoderna: envejecida, diversa, pluricultural, utilitarista, deliberativa, conformada por ciudadanos informados, conocedores de sus derechos, que valoran la calidad de vida incluso por encima de la vida misma, donde la medicina esta signada por los desarrollos biotecnologicos, las restricciones del gasto en salud y la juridificacion del acto medico, requiere que, desde la prestacion de los servicios de salud, se reflexione sobre los fines de la medicina y se reinterpreten los principios eticos que clasicamente han orientado el cuidado de la salud: autonomia, beneficencia, no maleficencia y justicia. En medio de la interaccion de la tecnologia con la vida amenazada, emerge la necesidad etica de procurar la excelencia en la practica medica: no solo promover el bienestar del paciente, sino evitar producir un mayor dano del que posiblemente la enfermedad ya ha instaurado, garantizarle sus derechos, posibilitar su autodeterminacion para la toma de sus decisiones y usar razonablemente los recursos disponibles de salud. Asi, utilizando casos clinicos, se analizan algunos de los dilemas al final de la vida, a la luz de la posible reinterpretacion de los principios clasicos, al igual que la emergencia de los nuevos