En Colombia, la segunda mitad de siglo XX se inaugura con la consolidacion de una de las apuestas educativas mas progresistas de la Iglesia catolica. Se trata de Accion Cultural Popular –ACPO– una organizacion de educacion no formal que se propuso adelantar campanas de alfabetizacion masiva entre la poblacion campesina empleando la radio como el principal medio pedagogico para la ensenanza de la palabra escrita. Un hecho paradojico en por lo menos dos sentidos, el primero tiene que ver con la fuerte oposicion de la Iglesia a las politicas culturales y educativas adelantadas por los gobiernos de la llamada Republica Liberal (1930-1946), que con un claro enfasis modernizador se propuso reducir los altos niveles de analfabetismo que existian en ese periodo (Silva, 2005). El segundo, con la resistencia por parte del episcopado colombiano frente a las transformaciones que establecia el Concilio Vaticano II para adaptar la Iglesia al mundo moderno (Arias, 2009).