Existe una tendencia actual que incita a transitar hacia una pedagogia de la emocion mas que a una exegesis de la razon. Las cargas estan divididas. La controversia por asumir una u otra blande sus argumentos. Unos fuertes y aguerridos, hereticos y pervertidos; otros condenados al pasado, cuando no a la hoguera. Lo cierto es que los escenarios pedagogicos de nuestro tiempo, se fortifican cada vez mas en el afecto, en la experiencia de la vida cotidiana y en una actitud filosofica mas cercana con los lenguajes y las literaturas; aquellas que incluyen el Otro, que provocan giros y vuelos... por los cuales querer surcar.