El autor analiza en el presente ensayo las transformaciones sufridas por los imaginarios sociales de la decada de los ochenta respecto a la salud y al cuerpo. Frente al relax y el hedonismo de la generacion anterior se promueve un culto al cuerpo, a la vida disciplinada, al deporte, a la fortaleza muscular y a la salud. El placer ilimitado, el desenfreno, el desorden de los sentidos y el entusiasmo psicodelico como propuestas vitales decaen instaurando el culto al desarrollo espiritual y deportivo, a la vida simple en convivencia con la naturaleza y la ecologia.