Con este texto, se quiere senalar el aporte que ha realizado Hannah Arendt a la cultura politica occidental moderna, al espiritu de la polis, que se inscribe en una democracia radical y participativa. Arendt propone que cada ciudadano se forma en el espiritu de la ciudadania, implementando su accion politica desde la logica de la libertad. Formarse en esta dinamica de la libertad consiste en hacer consciente la diferencia que existe entre la logica de la necesidad del homo faber responsable de la labor, del trabajo y de la accion –entendida como mera praxis– y la logica de la libertad que fundamenta todo lo politico. Ingresar en el espiritu de la polis supone formarse para la accion en el marco de la vita activa, donde los ciudadanos creadores del espacio publico emergen a un nuevo comienzo de una humanidad democratica, libre y participativa en la que tienen sentido el perdon y la promesa. El homo faber se va transformado en homo civilis al cultivar el espiritu plural de la ciudadania y decidirse a ser sujeto activo, responsable de su propio nacimiento para la polis, lo cual se realiza desde la grandeza de su accion. Esta transformacion ocurre en lo que Arendt denomina la vita activa y tiene sentido en el reino de la accion. Formarse en esta accion democratica radical consiste en una paideia politica, es decir, en cualificar una praxis politica marcada por la grandeza de un espiritu plural, democratico y libre