Historicamente, la funcion del educador se ha situado en estrecha relacion con los fines primordiales de la educacion, con las caracteristicas de su formacion profesional, con el contexto socioeconomico, politico y cultural en el que ha ejercido su quehacer. Estos elementos condicionantes y circunstanciales han ocasionado tipificaciones variables de la figura del docente, han suscitado serias criticas a su desempeno y, correlativamente, han puesto en tela de juicio la calidad de la educacion impartida por las instituciones educativas, sean ellas del nivel de educacion primaria, secundaria o media y superior.