Se presenta este trabajo con el objetivo de adentrar al lector en el entramado del universo lorquiano desde el teatro menos difundido por ser el de mas reciente exhumacion, sobre todo, el concerniente a los primeros escritos, o por tratarse tan solo de esbozos, obras incompletas que, aun en su proyeccion, tienen una importancia capital en la produccion coetanea o posterior. Esa urdimbre llega hasta el teatro de titeres, siempre tan presente en la mente del poeta a la hora de preguntarse cual era el verdadero proposito de su arte. Los nucleos tematicos de su obra parten de esa primera incursion, hacia 1917, generando una serie de motivos que se iran sucediendo de manera recurrente y que quedaran ligados intertextualmente a traves del argumento o de la estructura de las obras teatrales, de modo fundamental, pero tambien de la poetica. Las tribulaciones metafisicas junto con un particular modo de interpretar la religiosidad seguiran vigentes una decada despues; el tema del amor caprichoso contara ya con su primera victima en el personaje de la Viudita en 1919, sin olvidar ese sino que ya no podra desvincularse jamas de la presencia de la Muerte, la verdadera protagonista de todo su universo; y el acento social con el que ira impregnando, desde un primer momento, sus ideas y que lo acompanara al tiempo que se pregunta el porque de las injusticias y que lo remitiran de nuevo a cuestionarse el papel de Dios, en una estructura circular donde no se pueden desvincular unos temas de otros, pues todos conforman un autentico magma creativo. Los diferentes estadios en su produccion nos remitiran siempre al mismo proposito hasta llegar a la madurez, una vez superada la febril y abundante produccion juvenil y las diversas tendencias artisticas que atravesara y de las que se impregnara. Es interesante destacar que, como lector concienzudo y eclectico que es el joven Lorca, va hallando respuestas a todas sus inquietudes y traduciendolas luego al papel en forma de verso, de prosa o de dialogo teatral. De este modo, va tomando de las fuentes aquello que se va amoldando mejor a lo que quiere expresar con una marcada sensibilidad musical con la que pondra banda sonora a todo aquello que escribe, sobre todo desde una vertiente popular que domina a la perfeccion. De las treinta y dos obras aqui interrelacionadas y agrupadas en tres grandes apartados: quince juveniles (con un interesante apunte hacia unos posibles primeros versos dramaticos, e incluida en esta parcela de «prehistoria» creativa la unica obra que fue estrenada, El maleficio de la mariposa, relegada muestra de vanguardia teatral), cinco farsas para munecos (entre ellas, el «inedito» La nina que riega la albahaca y el principe pregunton, en entredicha autoria) y doce inconclusas a partir de 1925 (incluido el curioso proyecto a medio camino entre lo lirico y lo popular en colaboracion con el compositor Manuel de Falla, Lola la comedianta), en todas, con alguna excepcion cuando se ha tratado de un breve apunte, se han podido trazar las coordenadas tematicas, resaltando sobre todas ellas la de la inexorabilidad de la Muerte, que aparece en veinticuatro, incluso cuando es parte del juego escenico, como en el caso del teatro para titeres, y que es del todo significativo. La aportacion, en definitiva, es la de unificar esas tres parcelas dramaticas, exploradas por separado, y dotarlas de cohesion a traves de esos nucleos tematicos, nacidos de unas inquietudes juveniles que no lo abandonaran, sino que se recrudeceran cuando pasen por el tamiz de la madurez y que encierran su verdadero proposito: el de contribuir con un teatro cruel en cuanto a verdadero, libre de mascaras y de desdoblamientos. Se han procurado trazar estas coordenadas en las obras estudiadas siempre con su produccion mas celebrada en el horizonte, en un camino truncado, pero eterno.