Dicha Pregunta involucra al quehacer de las Ciencias humanas y de la Salud, pues la guerra se presenta como el resultado de un problema de indole sociopolitico que afecta los vinculos sociales de una comunidad y especificamente a sus mecanismos de convivencia pacifica; razon por la cual, es el producto de un conflicto de minimo dos bandos opuestos que intentan, a traves de las armas, borrar cualquier rastro del otro y de la diferencia que define a cada uno. Por ello, la guerra y sus consecuencias son interdependientes en el aspecto colectivo, pero tambien en lo subjetivo e individual, en tanto que son las victimas directas (en unos casos), los familiares (en otros) y los actores armados, quienes padecen las resonancias subjetivas de esta y otras problematicas derivadas; tambien son ellos quienes se ven imposibilitados a su vez en la insercion a la vida social sobre la cual recaen los efectos de los traumatismos individuales, que en el marco de un conflicto social y armado que lleva mas de 60 anos en el territorio colombiano, ha dejado tras de si mas de 8 millones de victimas que representan no solo un costo economico, sino tambien un costo social y humano, pues la crueldad, la atrocidad y la violencia sistematica de la guerra, ha devenido en un proyecto de nacion sin una etica humanizante abriendo camino a una ideologia de la violencia, sin valores morales donde el sentido de la vida ha perdido todo su peso bioetico, lo cual se manifiesta en otro tipo de violencias: escolar, intrafamiliar y urbana. Por ello, las Facultades de Ciencias Humanas, Artes y Ciencias de la Salud, de la Universidad de Narino, construyeron un Programa de atencion integral y permanente de atencion a las victimas del conflicto armado. Este trabajo apunta a rescatar un proyecto etico de Nacion, donde todos podamos convivir, no solo con nuestros amigos y semejantes en pensamientos y opiniones, sino tambien con nuestros opositores y contradictores, con quienes antano fueran nuestros enemigos, para aprender a convivir con ellos en las alteridades de la vida. En este sentido, emerge la necesidad de intervenir sobre aquellos efectos que los diversos mecanismos de guerra han afectado a la sociedad en su conjunto, y asi poder abordar tanto dentro de la particularidad subjetiva como en la historia y la memoria colectiva de los pueblos las secuelas que esta cruenta guerra ha dejado en nuestros ancestros que ya se fueron, pero tambien en nuestros hijos y nietos que aun la padecen en su realidad mas cruda. Con base en el marco anterior, la intervencion sobre los efectos traumaticos de la guerra acarrea tanto una influencia en la subjetividad de las victimas y los excombatientes en tanto que esta promueve una nueva forma sintomatica frente a la muerte y la violencia en si misma, a la imposibilidad de acceso a una verdad, a una restauracion o al establecimiento de mecanismos de duelo frente a una perdida que no se dibuja como tal, pero tambien sobre el traumatismo social; pueblos fantasma dolientes de la guerra, pueblos desplazados a las grandes urbes donde no encuentran raices ni acopio, donde se pierden las tradiciones, las costumbres y el folklor, donde se topa con guerreros que fueron expropiados de sus vidas y fueron incorporados a las filas de grupos armados, donde la memoria se oculta en largas filas humanitarias o en los semaforos indiferentes al projimo con muchos rostros pero sin historia, donde la dignidad humana se vuelve a pisotear ahora muy alejados del campo de batalla, y donde dejamos morir nuevamente a hombres ya muertos en otras partes. Por ello, la importancia vital de recuperar sus nombres, testimonios, historias, pasiones y esteticas para cultivar en nuevos escenarios sociales una memoria perdida y construir una memoria historica, donde todo colombiano se reconozca como parte de ella, donde luchemos contra el olvido, contra la impunidad, pero sobre todo, contra la indiferencia ante las tragedias de nuestros propios hermanos; porque Patria, mas alla de las diversas interpretaciones de indole ideologico y politico, significa eso, los hijos que comparten la tierra del padre, donde podamos nuevamente convivir como los hermanos que hace mucho dejamos de serlo, reconociendo los derechos de los otros y nos reconciliemos como Nacion despues de tantos anos de crueldad. Por otro lado, se tiene como base la implementacion y el estado de desarrollo de la politica publica de atencion, asistencia y reparacion integral a victimas del conflicto armado enmarcada en la Ley 1448 del ano 2011, el texto del Acuerdo Final para la terminacion del conflicto y la construccion de una paz estable y duradera y sus reglamentaciones, y tras una revision de los resultados y ejecutorias de la Ley de victimas y restitucion de tierras realizados hasta la fecha, especificamente, en relacion a los limitados alcances de la atencion en salud mental de la poblacion afectada por hechos victimizastes, por causa o con ocasion del conflicto, asi como el interes por la salud mental de los excombatientes, se ha considerado pertinente e inaplazable presentar una propuesta de trabajo socialmente innovadora de caracter interdisciplinar, destinada a la reparacion psiquica de las victimas y excombatientes y la reparacion simbolica de las poblaciones que fueron escenarios de guerra, bajo un enfoque integral y diferencial, encaminada al resarcimiento del dolor y a la construccion de memoria, desde las dimensiones individual y colectiva.