La democracia local se ha fortalecido a partir de la decada de 1990, a traves de la instalacion de mecanismos de participacion ciudadana que vinculan a la gente con las decisiones que les preocupan directamente en materia de politicas sociales, ambientales, culturales y de convivencia. De hecho, la participacion efectiva de los ciudadanos en las decisiones publicas se ha traducido en los cinco continentes en un fortalecimiento real de la sociedad civil. La gobernanza colaborativa ha traido una mejor asignacion de los recursos para la implementacion de programas orientados a mejorar la calidad de vida de las poblaciones locales. En algunas regiones, la administracion local ha impulsado la intencion de proporcionar los ciudadanos locales una transformacion en los asuntos urbanos que conducen a nuevas oportunidades para la interaccion y los programas de gobierno de actividad civica. Las medidas adoptadas, han permitido modernizar el mobiliario urbano en zonas marginadas con areas de espacio publico, salud, educacion, recreacion y cultura. Sin embargo, los mecanismos para la implementacion de estas politicas han puesto de manifiesto una tension entre los objetivos y los intereses de las autoridades administrativas y politicas con las necesidades y expectativas de las comunidades relacionadas que pueden causar efectos secundarios indeseables.