El periodismo escrito está enfrentando una de sus mayores crisis. Para salir de ella los editores, directores y dueños de periódicos han agotado estrategias para rescatar de las cenizas la circulación perdida. Pero el verdadero “remedio” de la prensa moderna radica en la narración, o sea, en la forma de contar la historia. El periodismo de hoy debe acudir a la literatura para utilizar de ella los recursos que hacen, de una simple noticia, un hecho memorable, manteniendo su esencia. La narración es el gran reto del periodista moderno y no sólo en el estrecho campo de la prensa escrita: la televisión y la radio ponen en juego, cada una con sus armas, las técnicas narrativas apropiadas para ganar adeptos, llevar fácil al público, ejemplarizar, crear conciencia, subir el rating, ganar prestigio y credibilidad. En otras palabras, los medios están viviendo hoy una guerra sin cuartel promovida por lo mediático, por lo masivo, lo instantáneo por el cómo, cuándo y por dónde transmitiré el mensaje.