La industria de la confección de prendas de vestir pertenece a uno de los sectores más tradicionales de la economía, precisamente por estar vinculado a una necesidad básica del ser humano: el vestir. No obstante, durante la última década se está perfeccionando la oferta de nuevos textiles llamados "inteligentes" por sus interacciones con el entorno, ya que integran sensores y actuadores que permiten detectar y responder frente a diversos estímulos, siendo cada vez más livianos, durables y sobre todo: útiles. El surgimiento de esta nueva era de los textiles da pie a un sinnúmero de aplicaciones y la posibilidad para que empresas tradicionales de textil y confección exploren nuevos mercados, apoyadas en el desarrollo de capacidades dinámicas que les permitan mantener ventajas competitivas sostenibles. Este trabajo propone un modelo bajo el cual un conjunto de capacidades de aprendizaje sumadas a ciertas capacidades de absorción y de innovación, pueden gestar un cambio tecnológico en el sector textil confección, que necesariamente deberá verse apoyado en otro sector como el de las Tecnologías de Información y Comunicaciones.