Desde el acto de caminar, propongo un acercamiento a la dinamica de la ciudad, ciudad oculta en el caos y el ritmo frenetico de sus calles, revelando por instantes esteticas fugaces y estados sensibles, que me llevan a la contemplacion y la reflexion. El trasegar (trastornar, revolver, mudar una cosa de un lugar a otro) es una metafora de la mezcla entre lugares, calles, transeuntes, observador y observados. Deambular por las diferentes calles es devenir espacio, calle, edificio, gente, recorrido. Es crear formas de observar y leer las dinamicas que surgen a cada paso, convertidas en accion sensible, que repercute en la forma como percibo y entiendo los entornos urbanos transitados. Rastreo las huellas, las insinuaciones, de una poetica que se produce en la cotidianidad de diferentes espacios del centro de Medellin. A traves de los dispositivos de la electronica, realizo la captura en video de momentos y espacios fugaces cotidianos de mis recorridos urbanos. La camara de video se convierte en parte esencial de mi trabajo, una extension de mi cuerpo; ojo con el cual puedo capturar instantes invisibles en lo cotidiano, y que gracias a este apendice puedo reconocer, redescubrir y trasegar de nuevo. La ciudad observada. El trasegar. La cotidianidad del caminar, constituyen una investigacion artistica, que dio como resultado los siguientes documentos (obras, objetos): el folleto Criptoteratologia: recorrido urbano; las videoinstalaciones La huida, Criptozafari, Trasegante, Caminante y Optucentrum, y la videoinstalacion interactiva Apertura en nebuloso.