(Al promediar el ano fallecio en Bogota el ilustre colombiano autor de este ensayo. Dedico su vida con ejemplar abnegacion a la formacion de las juventudes y al escrutinio historico. Gran colombiano y gran cristiano, la Revista recoge su nombre y le rinde su testimonio de admiracion). I La ardiente fe en la Madre de Dios y el encendido celo por su culto despuntan en el horizonte de nuestra historia regional junto con el clasico penacho o el capacete brunido de los conquistadores, y esplenden en la imagen con puntos de finisima seda e hilos de oro bordada en el estandarte que servia para la toma solemne de posesion de las tierras y de los mares. La Santa Maria se llamaba la carabela del Almirante en el primer viaje de descubrimiento, en conmemoracion de la iglesia mayor de Pontevedra, segun han venido a afirmar quienes sostienen que Colon era oriundo de esta ciudad de Galicia, y el nombre de una de las primeras fundaciones en tierra colombiana es ya un signo de la devocion a Maria, cuyas conquistas en el continente fueron desde un principio mas solidas que las obtenidas por medio de la espada. (…)