El 27 de noviembre de 1830 se aparecio Nuestra Senora a un miembro del Instituto de las Hijas de la Caridad a quien nosotros ahora veneramos como Santa Catalina Laboure. El acontecimiento tuvo lugar en la Casa Madre de la Rue du Bac en Paris. Alli la Santisima Virgen mostro a Santa Catalina el modelo de una medalla que ella deseaba fuera acunada: la medalla Milagrosa. En el anverso esta la imagen de Nuestra Senora Inmaculada con las palabras: Oh Maria, concebida sin pecado, rogad por nosotros que recurrimos a vos; mientras que en el reverso estan dos corazones, uno de los cuales esta traspasado por una espada (Cf. AAS , XXXIX, 1947, p. 415). Asi la misma Santisima Virgen asocio su Concepcion Inmaculada con su Corazon. Nosotros tambien, desde luego, podemos permitirnos ahora considerarlos juntamente, siguiendo ademas, como veremos, el ejemplo de la Iglesia. (...)