(De la obra Peligro en Occidente y por un acto muy gentil del autor nos honramos en reproducir los capitulos finales, que revelan bien la densidad, actualidad y diafanidad del libro). Las verdadera soluciones Seria error gravisimo creer que la suerte de la civilizacion occidental depende solo de las armas. Equivaldria a aceptar la misma filosofia materialista que deseamos combatir. Dentro del orden establecido en el mundo por los designios inescrutables de Dios, la guerra -castigo del pecado- ocupa su propio lugar y la Providencia saca bienes de sus mismos estragos. La repercusion inmensa de los hechos militares sobre los destinos de la humanidad, tuerce muchas veces el criterio y las gentes se inclinan a atribuir a las batallas consecuencias para las cuales sirvieron solo de causa ocasional y no eficiente, y en ocasiones apenas de condicion necesaria para que pudieran realizarse fenomenos originados en fuentes muy distintas. La victoria no creo jamas la cultura, sino que abrio el paso a la ya creada o destruyo la que existia. Los triunfos de Alejandro le permitieron helenizar el Asia Menor, porque detras de la falange marchaba la civilizacion secular de Grecia. Las legiones abrieron el camino a la cultura latina, pero las legiones mismas fueron efecto de esa cultura, manifestacion en el terreno militar del genio organizador de Roma. Cuando los barbaros barrieron el Imperio nada crearon con su victoria porque nada tenian que ofrecer a Europa, aparte de su vigor como pueblos primitivos e intactos. Por eso fue la civilizacion latina la que surgiendo de las ruinas moldeo el alma de los barbaros y empezo a construir, sobre el caos de las invasiones, la arquitectura de nuevas sociedades. (…)