La importancia que la ilustre escuela salmantina ha tenido desde su fundacion, a lo largo de su gloriosa trayectoria historica, su influjo poderoso y eficiente en la conservacion y progreso de la cultura patria, lo debe principalmente a sus famosos hijos, que en sus aulas bebieron a raudales las aguas de la sabiduria. Muchos de ellos estuvieron vinculados de lleno a su vida a traves de la docencia, que forman la hermosa pleyade de sus maestros; y que no solo le sirvieron en la docencia, el principal quehacer salmantino, la gran tarea de Salamanca: ensenar!, Salmantica docet!, sino tambien en el mismo seno de su claustro academico, interviniendo con amor en toda su vida y administracion, con el ejercicio de los cargos de gobierno y administrativos, con la responsabilidad de serias comisiones, en la sencillez de las tareas mas humildes pero no menos fecundas y provechosas. (...)