Cuatro son los personajes ideales que llenan cronicas, leyendas y romances en la Edad Media: el guerrero, el santo, el viajero y el artista. Todos son heroes: el guerrero, de las batallas; el santo, de la vida espiritual; el viajero, de las distancias; el artista, de la transfiguracion. Los cortesanos y los burgueses pertenecen a una categoria inferior. Solo llegan al nivel heroico cuando se convierten en caballeros de la espada o de la cruz, se pierden en lejanias misteriosas o el arte los coloca en un ambiente glorioso. Hubo heroes que pasaron a los versos como el Cid, y otros que se hicieron inmortales yendo por caminos remotos, como Marco Polo. Es un error suponer que el caracter heroico solo es generico de los hombres de armas. San Agustin, San Francisco y San Ignacio -como prolongacion de un tipo medieval- tienen en si un espiritu heroico tan puro como el de Ricardo, Corazon de Leon, o de Gonzalo Fernandez de Cordoba. (...)