Durante los últimos años, la calidad de la energía eléctrica se ha convertido en un tema de amplia investigación, debido al interés que poseen los operadores de red en esta temática. Este interés se ha motivado por las regulaciones impuestas y las penalizaciones que implica el hecho de no brindar una calidad con estándares mínimos. Entre los aspectos más importantes de la calidad se tiene en cuenta la forma de onda y la continuidad del servicio [DUG, 2004]; éste último es el aspecto principal con el cual está relacionada esta investigación. La importancia de estos aspectos reside en la normatividad establecida por los entes reguladores del sector eléctrico en los diferentes países, como es la Comisión Reguladora de Energía y Gas CREG para el caso de Colombia. A nivel mundial los índices mayormente difundidos, para evaluar la continuidad del suministro de energía eléctrica son el SAIFI (System Average Interruption Frecuency Index) y el SAIDI (System Average Interruption Duration Index) [BILL, 1984]. El primero relaciona la frecuencia promedio de interrupciones y el segundo, la duración promedio de interrupciones en el sistema. En Colombia, inicialmente la calidad del servicio fue cuantificada con dos indicadores: el DES (Duración Equivalente de interrupciones de Servicio) y el FES (Frecuencia Equivalente de las interrupciones del Servicio). Que se aplicaron a las empresas distribuidoras de energía eléctrica por la CREG, mediante la resolución 096 de 2000 [CREG, 2000]. Luego en el año 2008 mediante la resolución 097, se definieron nuevos indicadores de calidad; el Índice de Referencia Agrupado de la Discontinuidad (IRAD) que relaciona la cantidad promedio de Energía no Suministrada, por un operador de red durante el período usado como referencia y el Índice Trimestral Agrupado de la Discontinuidad (ITAD) que relaciona la cantidad promedio de Energía no Suministrada por un operador de red durante el trimestre de evaluación. Ambos indicadores permiten mantener los cargos por uso (valor de la tarifa para los usuarios) o por el contrario, penalizarlos obligándolos a disminuir este valor [CREG, 2008].